Dentro de la numerología hay dos tipos de diagnóstico: culpa o miedo o lo que es lo mismo, víctima o verdugo. Lo que quiere decir es que ante cualquier experiencia todos llevamos unas gafas u otras y en función de ellas procesamos la información.
El problema surge en que cada uno de nosotros nos sentimos a gusto en este papel al ser conocido por muy penoso que sea llevar dicho cartel.
Nuestra personalidad ha aprendido a moverse en esos parámetros que aunque traigan consecuencias desagradables son conocidas y nos asustan menos que los cambios.
Lo primero que hay que hacer es tomar conciencia de cúales son nuestras gafas para poder situarnos en el papel del observador y desidentificarnos de ese papel, porque como ya sabemos, todo lo inconsciente esta identificado y el inconsciente dirige nuestra vida en más de un 80%.
Voy a contar un caso extremo pero muy claro. A veces una mujer elige una y otra vez a personas que ya tiene una relación y no lo descubren hasta tiempo después sintiéndose por supuesto engañadas y víctimas de la situación. Pero cuando esto se repite una y otra vez es por algo más allá de la mala suerte o de que el mundo esté lleno de hombres infieles.
Lo cierto es que a nivel inconsciente captamos mucho más de lo que vemos y el día que conocemos a una persona sabemos si está o no ocupada. Claro que no ocurre de manera consciente, pero lo sabemos y lo elegimos para tener la oportunidad de deshacernos de la creencia y ser libres de elegir.
Una de mis clientes ante esta situación y con un diagnóstico de víctima me dijo: es que si yo lo supiera desde el principio no saldría con ellos y no me sentiría engañada.
Mi pregunta fue:¿y si lo hubieras sabido, quien engañaría a quien?. Porque de hecho en algún sitio debe saberlo para elegir una y otra vez sólo a personas con pareja. En el inconsciente lo sabe y lo elige para reforzar su papel de victima y “jugar” a sorprendida primero y a víctima después.
Sé que puede ser duro darse cuenta de que es uno mismo el responsable de una situación tan dolorosa pero también es la oportunidad de romper para siempre con un patrón de conducta, aumentar nuestra conciencia y seguir evolucionando.
Vanesa Saavedra