Acertando.

Seguridad es confiar en mis propias capacidades independientemente de las circunstancias externas. Saber que, pase lo que pase, dentro de mí tengo los recursos necesarios para darme lo que necesito en cada momento. Para llegar a sentir esta confianza mi dialogo interno tiene que ser fluido.

La escucha interior y la comunicación directa con mi intuición me acercan a la confianza en mis propias capacidades.

Desde pequeñitos aprendemos que  hay alguien fuera que sabe mejor que nosotros lo que debemos hacer, pensar o sentir, desde nuestros padres, pasando por  maestros, amigos, pareja, médicos etc.

Teniendo en cuenta que hemos depositado fuera las respuestas a nuestro propio camino, no es de extrañar que cuando llegamos a la edad adulta nuestra  intuición esté dormida o, mejor dicho, no sepamos escucharla porque nuestras orejas llevan años de entrenamiento y práctica en la escucha externa.

Educar el oído interno, como casi todo en la vida, es cuestión de práctica y, si me lo permitís, una práctica que merece la pena porque las respuestas a nuestro camino están dentro de nosotros.

Intuición + confianza en nuestras propias capacidades = piernas bien estructuradas.

El próximo  5/11/2009 daré una conferencia gratuita  en  Espacio Octo: Aprendiendo a caminar, donde se hablará de la importancia de la conciencia corporal y de cómo adquirirla. Para mas información pulse aquí.

Vanesa Saavedra

¿Quien se «escaquea»?

Imaginemos un equipo de trabajo de 8 personas con un objetivo determinado en el que cada uno de los operarios tiene su función. Si 6 de ellos empiezan a “escaquearse”, bien por inconsciencia o bien  por desconocer su función, la única manera de para sacar el proyecto adelante, es que 2 de ellos se sobrecarguen con el trabajo de  6.

El resultado es muy fácil de prever; dos trabajadores acabarán agotados mientras que los demás se irán atrofiando en el desarrollo de sus capacidades.

Por más descanso y medidas de recuperación que les demos a los dos trabajadores agotados, si en el siguiente proyecto 2 vuelven a sobrecargarse con el trabajo de  6, invariablemente 2 volverán a quedar agotados.

La solución no pasaría por tratar sistemáticamente a 2 empleados (consecuencia),si no por conseguir que los otros 6 ejerzan su función(causa).

 

Cuando una zona corporal esta afectada suele ser porque hay otra que no esta realizando su función. En la práctica laboral he observado como alrededor de un área sobrecargada existe otra que esta hipotónica o atrofiada.

Además de descargar y tratar la zona lesionada hay que trabajar para  aumentar la conciencia de aquella que no realiza su función. Por más descanso que obtenga el área de lesión sino tenemos en cuenta las áreas de alrededor estaremos tratando simplemente la consecuencia y no la causa del desequilibrio corporal.

Vanesa Saavedra

¿Qué camino eliges?

En mi opinión cualquier técnica debe ir encaminada a aumentar nuestro nivel de conciencia. 

He observado que nuestro inconsciente está reflejado en todo lo manifestado. Nuestro cuerpo,  lenguaje,  entorno, familia, etc. son nuestra conciencia manifestada.

En mi experiencia como fisioterapeuta he observado cómo mejorar la conciencia corporal conlleva un cambio en la mente y en el  entorno.

Más tarde como terapéuta de desarrollo personal descubrí que un cambio en la mente  tenía una repercusión directa sobre el cuerpo y el entorno.

Por último, gracias a una amiga, aprendí  a través del feng shui cómo el entorno refleja nuestro inconsciente y creencias, que por supuesto se reflejan en el cuerpo y en la mente.

Da igual el camino que elijas para conocerte porque todo tu universo conocido es una manifestación de tu conciencia.

En la actualidad trabajo encontrando las creencias inconscientes de las personas en las distintas áreas de la vida y como estas crean el escenario en que vives.

La toma de conciencia de quien eres te acerca a la libertad de elegir que manifestar. Por lo tanto a mayor grado de conciencia mayor libertad….¿qué camino eliges?

Vanesa Saavedra

El cuento de las arenas

Tengo la inmensa suerte de confiar en la sabiduria de las arenas aunque reconozco que a veces tengo dudas como el rio, no necesito que la ciencia  confirme lo que la vida en cuanto a magia me ha demostrado, creo que ese es mi regalo…….

Un río, desde sus orígenes en lejanas montañas, después de pasar a través de toda clase y trazado de campiñas, al fin alcanzó las arenas del desierto. Del mismo modo que había sorteado todos los otros obstáculos, el río trató de atravesar este último, pero se dio cuenta de que sus aguas desaparecían en las arenas tan pronto llegaba a éstas.

Estaba convencido, no obstante, de que su destino era cruzar este desierto y sin embargo, no había manera. Entonces una recóndita voz, que venía desde el desierto mismo le susurró:

«El Viento cruza el desierto y así puede hacerlo el río»

El río objetó que se estaba estrellando contra las arenas y solamente conseguía ser absorbido, que el viento podía volar y ésa era la razón por la cual podía cruzar el desierto.

«Arrojándote con violencia como lo vienes haciendo no lograrás cruzarlo. Desaparecerás o te convertirás en un pantano. Debes permitir que el viento te lleve hacia tu destino»

-¿Pero cómo esto podrá suceder?

«Consintiendo en ser absorbido por el viento».

Esta idea no era aceptable para el río. Después de todo él nunca había sido absorbido antes. No quería perder su individualidad. «¿Y, una vez perdida ésta, cómo puede uno saber si podrá recuperarla alguna vez?» «El viento», dijeron las arenas, «cumple esa función. Eleva el agua, la transporta sobre el desierto y luego la deja caer. Cayendo como lluvia, el agua nuevamente se vuelve río»

-¿Cómo puedo saber que esto es verdad?

«Así es, y si tú no lo crees, no te volverás más que un pantano y aún eso tomaría muchos, pero muchos años; y un pantano, ciertamente no es la misma cosa que un río.»

-¿Pero no puedo seguir siendo el mismo río que ahora soy?

«Tú no puedes en ningún caso permanecer así», continuó la voz. «Tu parte esencial es transportada y forma un río nuevamente. Eres llamado así, aún hoy, porque no sabes qué parte tuya es la esencial.»

Cuando oyó esto, ciertos ecos comenzaron a resonar en los pensamientos del río. Vagamente, recordó un estado en el cual él, o una parte de él ¿cuál sería?, había sido transportado en los brazos del viento. También recordó —¿o le pareció?— que eso era lo que realmente debía hacer, aún cuando no fuera lo más obvio. Y el río elevó sus vapores en los acogedores brazos del viento, que gentil y fácilmente lo llevó hacia arriba y a lo lejos, dejándolo caer suavemente tan pronto hubieron alcanzado la cima de una montaña, muchas pero muchas millas más lejos. Y porque había tenido sus dudas, el río pudo recordar y registrar más firmemente en su mente, los detalles de la experiencia. Reflexionó: «Sí, ahora conozco mi verdadera identidad». El río estaba aprendiendo pero las arenas susurraron: «Nosotras conocemos, porque vemos suceder esto día tras día, y porque nosotras las arenas, nos extendemos por todo el camino que va desde las orillas del río hasta la montaña»

Y es por eso que se dice que el camino en el cual el Río de la Vida ha de continuar su travesía está escrito en las Arenas.

Vanesa Saavedra 

Visión de Halcón

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Por sus extraordinarias cualidades biológicas, el halcón se halla en la cumbre de la pirámide de las cadenas alimenticias; es decir, no es una presa asequible para otros depredadores.

Se me ocurrió que quizás se debe a que simboliza “el que todo lo ve” o lo que llamamos nosotros “estar iluminado”. El que está iluminado tiene un alto grado de conciencia y no se identifica con nada, no pudiendo así ser depredado por el ego………….

Osea, que a mayor visión/conciencia menor poder de depredación del ego…..umm pues a elevar el vuelo,¿no?

Vanesa Saavedra

Meditando……

Nada nos falta, somos luz, amor y  abundancia. ¿Qué nos impide manifestarlo?

 

Imaginemos todo esto dentro de un recipiente por ejemplo, nuestro cuerpo .Al igual que el polvo en una ventana impide la entrada de luz independientemente de lo que halla dentro de ella, las resistencias que tenemos en nuestro cuerpo impiden la entrada de la luz, fiel reflejo de la que nosotros somos.

 

¿Qué podríamos hacer  para que entrara más luz por la ventana? : limpiar el polvo.

 

A veces no se trata tanto de cambiar lo que ya somos, sino de limpiar lo que impide que se vea.

 

En el cuerpo, si lo escuchamos, están escritas todas nuestras resistencias a Ser. Lo único que nos distancia es el polvo .¿Comprendes?

 

Es sencillo, no hay que esforzarse preguntándose cúando dejaré de ser  de una determinada manera que no nos gusta, porque es una ilusión.

 

La pregunta sería:¿Cómo puedo dejar de ser lo que no soy ? o  ¿Cómo puedo desprenderme de lo que me impide ser yo mismo? .

 

A Ser no se aprende se es, y lo que no se “es” no hay que esforzarse en destruirlo, desaparece con la Conciencia .

 

En cuanto descubrimos que algo es mentira no emprendemos un camino  para destruirlo. Cuando alguien ve un oasis en el desierto y descubre que es un espejismo, ya nada tiene que hacer, porque no se puede destruir lo que nunca existió, solo seguir avanzando asumiendo que no existe, pues es la realidad.

¿Cuál es tu espejismo?.

 

El trabajo del Feng Shui Corporal es  la limpieza del polvo de la ventana que te impide conectarte y manifestar lo que eres.

El cuerpo sólo es eso una ventana al mundo

¿Cuan de limpios están tus cristales?

Vanesa Saavedra

Confianza

Hace años como sabéis tenía  dolor de oídos crónico. Con el trabajo personal descubrí que era porque escuchaba demasiado el criterio de los demás y me quedaba con aquello que me decían, creando un gran desequilibrio en mis oídos, entre lo que entraba y salía.

 Hice todos los ejercicios y trabajos que estuvieron a mi alcance para mejorar pero, como a todos, me llegó el momento de hacerme cargo de mi fe , la fe que había puesto en determinadas técnicas tenia que llevarla a mi corazón.

Con mi problema de oídos tenía que ponerme tapones para bañarme, no podía ni siquiera meter la cabeza en la bañera sin desencadenar una otitis . Incluso una vez mi padre se puso a jugar con el agua del lavabo  salpicándome una gota en el oído y tuve una otitis tres días.

 En la medida que me fui trabajando mejoraron mis oídos hasta no tener ningún síntoma, sin embargo seguía bañándome con mis tapones.

Un día estaba en una piscina, con mi padre por cierto, y  me dije:  bueno Vanesa estas curada, ya sabes escuchar y

desprenderte de lo que no te vale, es el momento de meter la cabeza en el agua. Di un salto y me sumergí de cabeza 

Por supuesto no paso nada a mis oídos, estaban perfectos, bueno si pasó, fue un momento muy emocionante en mi

vida donde descubrí que la fe mueve montañas.

Ahora ya no uso tapones para los oídos  e incluso me tiro de cabeza.

Para que esto sucediera fue necesario hacerme cargo de mi fe, si no hubiera creído que era posible, hubiera cogido

una infección seguro.

A veces los pacientes  se quedan en la mejoría de los síntomas pero cuando van a tirarse de cabeza a la piscina me

preguntan :

¿Pero de verdad que no me va a pasar nada? …. es que yo de toda la vida….porque ya mi madre también tuvo,…..

 pero¿ y si me meto poco a poco?……..

Como dijo alguien muy sabio:” puedo enseñarte a andar pero no puedo andar por ti”.

Hay un momento donde hay que lanzarse a la piscina de lo desconocido para crecer y comprobar en propia piel los milagros de la vida.

 Vanesa Saavedra

El alma busca su sitio

 

Leyendo el artículo de Maru Canales :  “de mayor quiero ser.…” recuerdo que sentí que la entendía perfectamente.

Muchas veces me preguntan cómo uno sabe que está en su camino, cúales son las señales. Maru lo explica muy bien en su artículo.

Días más tarde encontré algo que escribí hace 7 años a la salida de uno los grupos de desarrollo personal. Porque como dice Maru : qué difícil es pasar cuando lo has probado y satisface………

 

Felicidad y alegría de saber que le das a tu alma el alimento que necesita.

Señal inequívoca de estar en el lugar adecuado.

Te recargas puro aquí y ahora.

Regocijo interno, serenidad,

conexión cósmica, agradecimiento,

ilusión arrasadora que avanza, solo eso.

 

Conseguir, sensación de aprovechar al 100% el aire que alimenta.

No te preocupas de vender,

sólo de no perderte el momento presente.

 

Cada palabra, cada gesto, es real y sentido,

sin esperar nada a cambio.

Liberación de cadenas y expectativas.

 

Deber cumplido, atrapa, asusta, pesa.

Avanzar es igual a vida,

Mil puertas diarias se abren,

facilitan el camino,

y las cerramos por pura inconsciencia.

 

El cuerpo cuenta,

la mente no escucha,

punto común universal.

 

Superarse, único principio sólido.

No hay que conseguir,

Sólo transformar.

 

Un quizás transformado en sí,

sí transformado en voy,

voy en quiero,

y quiero en puedo,

y puedo con vosotros,

y con vosotros todo se logra,

y el todo somos tu y yo,

y la preocupación mútua de un mundo mejor.

Vanesa Saavedra

Reponsabilidad V

Cuando el cuerpo enferma, sea por la causa que sea, está reflejando una falta de equilibrio en esa zona. Con la medicina tradicional  y otros métodos como la fisioterapia lo que se  puede llegar a conseguir, es el restablecimiento del equilibrio, dejando la balanza en el punto cero por así decirlo.

Cuando trabajo con mis pacientes es lo que les digo y a lo que hacía referencia en el artículo anterior, hay dos maneras de trabajar: con la causa o con la consecuencia.

Si tratamos sólo la consecuencia (lesión o enfermedad), estaremos llevando la balanza al punto de equilibrio, pero si el factor que la hizo desequilibrar sigue sin resolverse  acabará volviendo a hacer su aparición de una forma u otra.

Normalmente la causa lleva avisando tiempo y el desequilibrio está presente en nuestro cuerpo mucho antes de que dé sintomatología, aunque en esto también interviene el grado de conciencia de cada uno. Pero, en la mayoría de los casos, la gente toma conciencia cuando la última gota termina de llevar uno de los platillos al fondo. Si sólo nos preocupamos de la consecuencia, las gotas empezarán otra vez a desquilibrar el platillo hasta hacerlo caer con la aparición nuevamente del síntoma o enfermedad.

    

 

Pongamos que una persona en un momento de su vida laboral empieza a estar descontento porque ya no es la misma persona que eligió ese trabajo, todos evolucionamos, y ahora siente que tiene nuevas capacidades a desarrollar.

Si no escucha este anhelo de su alma, seguramente por razones como por lo menos tengo un trabajo, me pagan bien,  siempre me ha gustado lo que hacía, etc, comenzará a tener un desequilibrio en sus piernas, que acabará dando la cara con una enfermedad, lesión o accidente.

Lo que está ocurriendo es que estamos resistiéndonos a nosotros mismos y, cualquier resistencia, lleva a un desgaste y por supuesto al desequilibrio.

Llegados a este punto, una vez recuperado el equilibrio de la pierna por el método elegido, o afrontamos nuestras nuevas necesidades o las resistimos.¿Tú que eliges?……

 

Vanesa Saavedra  

Responsabilidad IV

CAUSA O CONSECUENCIA

 

En mi opinión hay dos maneras de andar por la vida: con responsabilidad o sin ella. Puede parecer simple pero hay una  gran diferencia entre ambas.

 

No es lo mismo creer que la vida es algo que te sucede, que deriva en una actitud de resignación, a ser dueño y creador de tu vida que lleva a la aceptación y a la creación.

 

Las personas que caminan con responsabilidad cuando llegan a mi consulta lo que quieren es trabajar la causa y no sólo ponerle un parche a la consecuencia.

 

Cualquier patología corporal es una consecuencia de algo que no funciona  en nuestra conciencia. Es un mensaje hecho materia en un lenguaje corporal que nos puede llevar a la causa de una creencia arraigada en nuestro inconsciente, y por tanto, a la liberación de la misma y a la libertad de caminar por nuestro verdadero camino.

 

He de reconocer que me causa cierta frustración cuando trabajo con alguien que sólo busca la desaparición del dolor o molestia por el que viene a mi consulta. Pues si bien es cierto que éste acaba desapareciendo y el paciente se va satisfecho, yo me siento desilusionada.

Sé que es un parche y que con el tiempo el síntoma volverá a aparecer en el mejor de los casos, o te comunicará el desorden en tu conciencia de una manera más drástica.

 

Como todo en la vida es una cuestión de elección: ¿tú que decides?.

 

Ayer hablaba con una paciente que me decía que no le gustaba su pecho y lleva tiempo pensando en operarse. Por motivos personales también yo tengo un problema con mi pecho y le decía a ella: a mi lo que me preocupa de que no me guste mi pecho es que sé que tengo un problema con vivir las emociones, estoy bloqueada en un punto de mi historia personal que me impide vivirlas con naturalidad y lo que realmente me apena es saber que me estoy perdiendo sentir la vida y, en esa dirección me trabajo.

Llevo tiempo buscando qué es lo que me impide sentir y sé que una vez lo resuelva mi pecho volverá a gustarme porque él es sólo el reflejo de mi manera de relacionarme y vivir las emociones.

He tratado con personas operadas del pecho y en ningún caso he visto que eso les haya hecho resolver sus problemas con las emociones. Eso es algo que pasa por aumentar tu nivel de conciencia  y no el tamaño de tu pecho. No es que yo esté en contra de las operaciones de estética simplemente digo que convendría hacerlo con conciencia y que al igual que no conozco a nadie que por operarse se relacione mejor con sus emociones, tampoco he conocido a nadie que sepa vivirlas  y no le guste su pecho, sea del tamaño que sea.

Vanesa Saavedra