GRACIAS

Gracias a todos los que formais parte de mi vida y me acompañais. Sois lo más importante  y, desde luego, lo primero que me llevaria a una isla desierta.
Gracias a mis padres por su apoyo, por su inmenso cariño, por todo lo que soy y lo que llegaré a ser, porque sin duda siempre habrá una huella vuestra en mis acciones. Por quererme incondicionalmente y por  el esfuerzo que haceis por respetar  y comprender mi curiosa forma de entedender la vida. Sé que no es fácil pero contar con vuestro amor me da la fuerza para ser la mejor Vanesa de que soy capaz en cada momento.
Gracias amigas ,¡cómo expresar el nudo que se me  pone en la garganta sólo con sentir lo que sois para mí al escribir esto¡.Gracias a todas por ser y por estar . Vosotras sabéis quiénes sois.Gracias a todas por ser  el motor de mis búquedas y por hacer que esta aventura tenga sentido.

Gracias a las de siempre , a las que llegaron hace poco con tanta fuerza que parece que siempre estuvieron y a las que ya no están, porque el trecho que caminamos juntas también me hizo crecer.
Gracias a los  pacientes y lectores ,aprendo de todos vosotros.Gracias por vuestra valiente apuesta ,por vuestra exposicion sincera,por confiar en mi ,sin vosotros uno de mis grandes sueños habria quedado sin realizar.
Gracias a todo lo que no se puede nombrar pero que yo sé que existe, que me acompaña ,me apoya y encamina mis pasos.Gracias por la certeza de nunca estaré sola.

Perdón por no saber expresar mejor lo agradecida que me siento.

Vanesa Saavedra

El perdón:autopista hacia el cielo

“Algunas personas buenas acaban en el infierno sólo porque no saben perdonarse”.

El camino del perdón es la llave del paraíso ya que es la aceptación de lo que soy sin juicio ni culpa.

El año pasado por estas fechas escribía: «el universo necesita que soñemos para demostrar su  poder» ………pues he aquí mi aportación y mis sueños:

Yo este año le pido a los reyes que me enseñen a perdonarme y me libere de todos los juicios aprendidos sobre lo que es bueno o malo sentir, discernimiento, sentido del humor, valentía ,amistad y amor verdaderos y que mi mente (ego, personalidad),me ayude a manifestar lo que es y lo que soy..

¡Felices Reyes!

Vanesa Saavedra

El perdón.

Una paciente viene a consulta y me comenta que está enfadada  con alguien que “nunca“ le devuelve las llamadas o lo hace demasiado  tarde y que cuando le ha pedido ayuda ha intentado escurrir el bulto y así un sinfín de quejas más. Hacia 5 años habían estado muy unidos y su comportamiento era totalmente diferente.

Me comenta que ella no se  comporta así  “jamás” con ningún amigo  y me pide ayuda para aceptar la situación pues, a pesar del tiempo y de que ha intentado aceptar que esa persona es como es  y no puede cambiarla, cada vez que tiene contacto con ella siente una gran decepción.

La paciente hace una rápida revisión mental de su comportamiento con sus amigos citando a 6 o 7 personas y constata que ella siempre les devuelve las llamadas , contesta a los mensajes y acude si le  necesitan.

Sin embargo, cuando le pregunto si además de esas personas que considera sus “principales” amigos se  relaciona con más gente, reconoce que de una forma más o menos regular lo hace con una docena más aproximadamente.

En seguida cae en la cuenta de que a  esos amigos “secundarios” muchas veces no les contesta o lo hace demasiado tarde y alguna que otra vez se ha escaqueado cuando le han pedido ayuda , quizá precisamente por considerarlos secundarios.

Pero la acción  es la misma sean principales o secundarios y si ella no perdona al que le trata como ella misma hace , no podrá perdonarse algo que como hemos visto ni siquiera tenía consciente.

El perdón se conquista desde dentro , Una vez que reconozco mi acción y me la perdono el perdón al otro llega solo, porque ¿ Cómo voy a enfadarme con alguien que hace lo mismo que yo?

¿Por qué será que la imagen de pedir perdón es la unión de nuestras manos? Quizás signifique sólo la aceptación  con mi mano derecha de  lo que hace mi mano  izquierda ,o lo que es lo mismo, la aceptación de mis luces y mis sombras ……..

Vanesa Saavedra

Aceptando

“El AMOR nace cuando empezamos a  amar los defectos del otro”.

………pero no cuando nos posicionamos frente a ellos. Decir que aceptamos al otro tal cual es pero juzgándolo no libera sino que encadena.

Volvamos a la frase: “el AMOR  nace cuando empezamos a amar los defectos del otro “. La frase esconde una gran verdad pero sobre todo cuando  la terminamos : …porque son los míos.

Los demás son un espejo y la forma en que nos descubrimos a nosotros mismos. Cuando juzgues a alguien(es egoísta, es agresivo, es un rata, tiene problemas con su madre, etc),una vez dejado salir libremente el juicio, que será nuestro gran aliado para abrir los ojos, busca en tus relaciones donde tú lo haces y no te habías dado cuenta. Cuando lo encuentres es el momento de relajarse, reírse y aceptarlo y digo aceptarlo, no intentar cambiarlo que sería seguir juzgándote.

Es  cuando lo veo en mí y lo acepto  cuando amo al otro de manera natural, porque si yo lo acepto en mí  ¿Cómo me va a sacar de quicio mirarme en un espejo?.

La relación con el otro es la oportunidad para conocer el AMOR y el verdadero es aquel que  empieza por uno mismo.

Vanesa Saavedra

Aceptar libera

Cuando un niño se enfada expresa su enfado con todo el cuerpo, es muy común que  cuando algo les causa rabia  mientras expresan con la palabra su enfado lo acompañen de patadas al suelo y gesticulen con los brazos ,por no hablar de los bebes que lo expresan con su cuerpo y cara por completo.

En la medida que vamos creciendo dentro de una educación basada en la represión y juicio sobre la rabia aprendemos a contenerla porque nos enseñaron que sentirla es algo malo y ,casi de mala educación expresarla con nuestro cuerpo.

La rabia es un sentimiento,  la calificación de bueno  o malo es un juicio aprendido en nuestra cultura, de hecho sentirla es lo natural  y su represión bloquea nuestro cuerpo.

En mi experiencia profesional he observado como la represión de este sentimiento lejos de hacerlo desaparecer se va quedando en nuestros brazos y piernas afectando a todos los tejidos incluidos los  huesos.

Muchas terapias psicológicas y psico-corporales proponen al paciente que la expresen en un ambiente seguro golpeando un cojín o pegando patadas a un balón. Pero lo primero que hay que contemplar  es el cambio de creencia de que sentirla es  algo malo o algo a  superar  porque sino el ejercicio no resultará  eficaz y reforzará la creencia.

Esta semana impartiré un curso sobre cómo recuperar la salud de las piernas donde se abordará este tema y la importancia de despertar la conciencia del pie por ser la base de toda nuestra estructura. Para más información pulsa aquí.

Vanesa Saavedra

Acertando.

Seguridad es confiar en mis propias capacidades independientemente de las circunstancias externas. Saber que, pase lo que pase, dentro de mí tengo los recursos necesarios para darme lo que necesito en cada momento. Para llegar a sentir esta confianza mi dialogo interno tiene que ser fluido.

La escucha interior y la comunicación directa con mi intuición me acercan a la confianza en mis propias capacidades.

Desde pequeñitos aprendemos que  hay alguien fuera que sabe mejor que nosotros lo que debemos hacer, pensar o sentir, desde nuestros padres, pasando por  maestros, amigos, pareja, médicos etc.

Teniendo en cuenta que hemos depositado fuera las respuestas a nuestro propio camino, no es de extrañar que cuando llegamos a la edad adulta nuestra  intuición esté dormida o, mejor dicho, no sepamos escucharla porque nuestras orejas llevan años de entrenamiento y práctica en la escucha externa.

Educar el oído interno, como casi todo en la vida, es cuestión de práctica y, si me lo permitís, una práctica que merece la pena porque las respuestas a nuestro camino están dentro de nosotros.

Intuición + confianza en nuestras propias capacidades = piernas bien estructuradas.

El próximo  5/11/2009 daré una conferencia gratuita  en  Espacio Octo: Aprendiendo a caminar, donde se hablará de la importancia de la conciencia corporal y de cómo adquirirla. Para mas información pulse aquí.

Vanesa Saavedra

curso: Mensaje críptico personal.

Este curso es una aventura para recuperar tu «poder personal». Todos tenemos dentro las respuestas necesarias para nuestro camino.

Para manifestar una melodía necesitamos un instrumento pero la excelencia de la misma depende del compositor que sin duda eres tú.

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Los pacientes me dicen muchas veces que yo tengo un «don» y que me necesitan. Mi respuesta siempre es que todos tenemos un don ,el mio es el de hacer de puente entre tu consciente e inconsciente pero las repuestas te las das tú, yo sólo soy el instrumento.

Lo realmente necesario e imprescindible para encontrar tus respuestas eres tu mismo. Yo soy una guitarra donde crear tu melodia  pero guitarras hay muchas y tu melodia es única.

Por mi parte llevo años perfeccionando mi instrumento y estaré encantada de recibir a aquellos que quieran aprender a tocar su melodía conmigo.

Para más información sobre el curso pulse aquí.

No te limites II

En el artículo anterior No te limites I hacia referencia al paralelismo existente entre la moral judeo-cristiana y las filosofías de la nueva era. Ambas basan sus pilares en no juzgar y en la perfección del las cosas tal como son y al final una basada en el ego y la otra en el diablo acaban juzgando nuestros actos tirando por tierra aquello sobre lo que se construyen.

Mi interés con este artículo es seguir rompiendo cadenas para conectar con la libertad de Ser.

Piensa en cuantas cosas dejamos de hacer por miedo a no gustar, no encajar ,no engordar, no sentirnos solos, no sentirnos diferentes, por miedo a equivocarnos, etc.

En consulta una de mis preocupaciones es que el paciente no use la información para limitar su manera de actuar sino que simplemente lo vea como una herramienta para tomar conciencia de algo que necesita descubrir para seguir evolucionando.

En realidad hay técnicas maravillosas, somos nosotros  los que las usamos como lazos para atarnos por miedo al cambio, la incertidumbre y la tan cacareada libertad.

La información por si misma no encadena, sólo es eso, información. Es lo que yo hago con ella lo que me ata o  libera.

Lo que me gustaría compartir es que sea la técnica o terapeuta que visites no  usemos la información para limitarnos por miedo a ser quien somos sino como una tijera virtual que nos libera del miedo a ser nosotros mismos.

 Vanesa Saavedra 

Miedo : ¡No puedes pasar!

Como a todos alguna vez hay películas o libros que te hacen despertar y sin que puedas entender por qué una sola frase nos hacen replantearnos toda una vida .

Haces años vi una película de Ricardo Darín ,”El mismo amor la misma lluvia”. Es la historia de un escritor que poco apoco se acaba convirtiendo en todo lo que detesta y perdiendo al amor de su vida. Hacia el final de la película se reencuentra con la chica y  le dice:

 

– Yo de lo que tendría que escribir es del miedo porque YO EN MIEDO  CÁTEDRA, por miedo te perdí y por miedo me perdí a mi.

 

Recuerdo que en aquel momento llore,”yo en miedo  Cátedra”, me imagino que mis lagrimas resbalaron porque mi corazón se dio cuenta de que yo había ido a la misma universidad y si me apuran saqué Cum Lauden.

 

Hace unos días encontré un texto de Ramtha hablando de una escena del señor de lo anillos. Es la escena de la batalla de Gandalf en el puente.  Esta es la reflexión que él hace :

 

Cuando el maestro profesor se encuentra sobre un puente sumamente endeble delante de un monstruoso nigromante, tan siniestro y aterrador que te haría estremecer, y le dice: «no puedes pasar», -un pequeño maestro en contra de un enorme nigromante- ese es el pasaje que capta el mito del Observador y de las voces del nigromante más genialmente que ninguna otra obra escrita.

 

Esa es la verdadera historia de un maestro; ese pasaje en particular: «no puedes pasar». Una pequeña entidad que le habla a un enorme nigromante que se acerca desde el otro lado del puente. Debajo del puente yace el abismo, y el maestro, protegiendo a los que ya habían pasado, se adelanta y dice: «no puedes pasar».

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Esto es lo más profundo del mensaje: el nigromante podría, con toda seguridad, despedazar al maestro en el puente, puesto que es mil veces más grande. Pero el maestro tiene algo que el nigromante no tiene: voluntad.

 

«No pasarás. No me importa lo grande ni lo malo que seas; no me importa lo feo que seas. No pasarás, porque yo lo digo.» Esta es el arma más efectiva que existe. Y el maestro y el nigromante libran la batalla.

 

Cuando frente a un peligro horroroso, una persona llega al borde y dice «no  pasarás», ese es el gran momento en que el Dios se hace presente y dice: «No pasarás. No me importa si piensas que puedes matarme. No me matarás jamás, porque no pasarás. No importa lo que le hagas a mi cuerpo, lucharé contra ti aunque no tenga cuerpo, y aun así no pasarás.

 

Eso es voluntad. ¿Y sabes qué se requiere para ser de este calibre? Ser el Observador, que es intrépido e incorruptible.

 

¿Quiénes son tus nigromantes? Son los demonios que has creado y agrandado a partir de situaciones de tu vida que son ridículas. El día que tu Observador se detenga en el puente y diga: «Hasta aquí has llegado. No vas a pasar por aquí hacia mi nueva vida; estoy aquí para decirte que hasta aquí has llegado.

 

 

Y el enemigo sutil es tu pasado y tu victimismo y todas las cosas que repites continuamente: «si no hubiera sido por este incidente… si no hubiera sido por esto otro…» ¿No me has escuchado? Los conviertes en nigromantes. Y cuanto más obligados se ven a destrozar tu vida y tu poder, más grandes se vuelven. Y solamente existen en tu mente.

 

 

No importa de qué voz se trate: es siempre el nigromante en el puente. Y hasta este momento has permitido que ese nigromante devore todo en tu vida. Le has permitido que devore el corazón de tu vida. Por eso os llamo los muertos vivientes.

 

Cuándo será el día que te levantes y digas: «Escucha, me da igual lo que sea de mí al otro lado del puente. Simplemente ya no vas a salirte con la tuya. Y puede que no tenga el mismo aspecto ni me sienta igual. No lo sé. Pero estoy cansado de que me persigas, y en verdad, estoy harto de acobardarme ante tus necesidades. Verdaderamente lo estoy.» Y ese es el día que te detienes y dices: «Ya no puedes pasar. Intenta destruirme con tu mejor arma. Haz lo que tú pienses que me acobardó en el pasado; jamás volverá a acobardarme de nuevo.» Este es el día en el que te vistes de blanco. Es el día en el que entiendes el mensaje.

A mi personalmente me parece genial y estoy intentando apuntarme al numeroso ejército de «observadores» que dicen : miedo ,»NO PUEDES PASAR».

Vanesa Saavedra

El cuento de las arenas

Tengo la inmensa suerte de confiar en la sabiduria de las arenas aunque reconozco que a veces tengo dudas como el rio, no necesito que la ciencia  confirme lo que la vida en cuanto a magia me ha demostrado, creo que ese es mi regalo…….

Un río, desde sus orígenes en lejanas montañas, después de pasar a través de toda clase y trazado de campiñas, al fin alcanzó las arenas del desierto. Del mismo modo que había sorteado todos los otros obstáculos, el río trató de atravesar este último, pero se dio cuenta de que sus aguas desaparecían en las arenas tan pronto llegaba a éstas.

Estaba convencido, no obstante, de que su destino era cruzar este desierto y sin embargo, no había manera. Entonces una recóndita voz, que venía desde el desierto mismo le susurró:

«El Viento cruza el desierto y así puede hacerlo el río»

El río objetó que se estaba estrellando contra las arenas y solamente conseguía ser absorbido, que el viento podía volar y ésa era la razón por la cual podía cruzar el desierto.

«Arrojándote con violencia como lo vienes haciendo no lograrás cruzarlo. Desaparecerás o te convertirás en un pantano. Debes permitir que el viento te lleve hacia tu destino»

-¿Pero cómo esto podrá suceder?

«Consintiendo en ser absorbido por el viento».

Esta idea no era aceptable para el río. Después de todo él nunca había sido absorbido antes. No quería perder su individualidad. «¿Y, una vez perdida ésta, cómo puede uno saber si podrá recuperarla alguna vez?» «El viento», dijeron las arenas, «cumple esa función. Eleva el agua, la transporta sobre el desierto y luego la deja caer. Cayendo como lluvia, el agua nuevamente se vuelve río»

-¿Cómo puedo saber que esto es verdad?

«Así es, y si tú no lo crees, no te volverás más que un pantano y aún eso tomaría muchos, pero muchos años; y un pantano, ciertamente no es la misma cosa que un río.»

-¿Pero no puedo seguir siendo el mismo río que ahora soy?

«Tú no puedes en ningún caso permanecer así», continuó la voz. «Tu parte esencial es transportada y forma un río nuevamente. Eres llamado así, aún hoy, porque no sabes qué parte tuya es la esencial.»

Cuando oyó esto, ciertos ecos comenzaron a resonar en los pensamientos del río. Vagamente, recordó un estado en el cual él, o una parte de él ¿cuál sería?, había sido transportado en los brazos del viento. También recordó —¿o le pareció?— que eso era lo que realmente debía hacer, aún cuando no fuera lo más obvio. Y el río elevó sus vapores en los acogedores brazos del viento, que gentil y fácilmente lo llevó hacia arriba y a lo lejos, dejándolo caer suavemente tan pronto hubieron alcanzado la cima de una montaña, muchas pero muchas millas más lejos. Y porque había tenido sus dudas, el río pudo recordar y registrar más firmemente en su mente, los detalles de la experiencia. Reflexionó: «Sí, ahora conozco mi verdadera identidad». El río estaba aprendiendo pero las arenas susurraron: «Nosotras conocemos, porque vemos suceder esto día tras día, y porque nosotras las arenas, nos extendemos por todo el camino que va desde las orillas del río hasta la montaña»

Y es por eso que se dice que el camino en el cual el Río de la Vida ha de continuar su travesía está escrito en las Arenas.

Vanesa Saavedra