Sobre numerología

La numerología es una técnica de autoconocimiento . En mi opinión  es una herramienta para tomar conciencia de la estructura de nuestro personaje o ego para poder desidentificarnos de él y darnos cuenta de lo que somos.

Por un lado, todo lo inconsciente está identificado y por otro, solo podemos cambiar aquello de lo que tenemos conciencia, por tanto LA NUMEROLOGÍA ES UNA HERRAMIENTA PARA EL CAMBIO.

Con la numerología Kármica podemos conocer  las asociaciones inconscientes que tenemos en las diferentes áreas de la vida, pareja , trabajo , dinero , etc  las cuales dirigen nuestra forma de pensar y actuar en la vida sin que seamos conscientes. Este cuadro básico para mí refleja nuestra forma de actuar cuando estamos identificados con un mundo dual basado en causa –efecto  dentro de una concepción espacio –temporal.

La numerología cuántica es una es una manera más pura, fácil y directa de trabajar la energía para el cambio. Nos coloca en el camino que nos es fácil recorrer para darnos cuenta de quien ya somos.

Aunque según un cuadro numerológico de este tipo cada seriamos un número concreto , mi visión es que en realidad  somos todos los números, porque si asumiéramos que somos uno sólo estaríamos admitiendo la diferencia y negando la unidad.

Sin embargo, he comprobado que este número es muy útil como camino para desidentificarnos del personaje o ego y  recordar lo que somos.

Digamos que lo que descubrimos con la numerología Cuántica es en qué área  nuestro personaje esta especialmente identificado limitando nuestra manera de actuar y dirigiendo nuestras vidas, seria como poder mirar de frente a nuestro carcelero dándonos dos posibilidades ,darnos cuenta de lo que no somos y romper la dualidad y por tanto una llave a la Libertad de Ser.

En la próxima publicación pondré varios ejemplos concretos pero agradecería que siguierais guiándome con vuestras dudas y peticiones. Gracias.

Vanesa Saavedra

¿Causa o consecuencia?. Esa es la cuestión…..

Una paciente llega a consulta tras meses con múltiples síntomas físicos, desmotivación , sensación de impotencia y cansancio crónico. Todo esto le lleva a un cuadro de paralización y sensación de derrota.

Su discurso mental es: “como estoy mal no puedo hacer nada” y así han ido pasando los meses y aumentando su sensación de impotencia. Ha hecho todo lo que estaba a su alcance para mejorar su estado físico incluyendo el descanso cada vez que tiene ocasión pero los síntomas no sólo no mejoran sino que se agravan.

 

En consulta observo continuamente como tanto en la vida como en el cuerpo  se nos presentan las causas por consecuencias. Esto hace que nuestras actuaciones se dirijan constantemente a intentar poner remedio a la consecuencia distrayéndonos de poner nuestra atención al origen y causa del problema.

La mayoría de los problemas en las piernas viene de un mal uso de los pies y por más que aliviemos las consecuencias,  el foco del problema permanece intacto haciendo que con el tiempo, vuelvan a aparecer las consecuencias.

En la vida ocurre lo mismo. A través de los años hemos construido una personalidad que nos ha servido para sobrevivir hasta ahora y estamos identificados con ella creyendo que nos define.

Nuestra estructura o personalidad cree que si cambiamos nuestros pensamientos, creencias y manera de actuar, moriremos porque estamos tan identificados con ellas que hemos llegado a confundir nuestra esencia con la personalidad.

En realidad la personalidad es una herramienta que nos sirve para relacionarnos con la vida, circunstancias y entorno que nos ha tocado vivir pero podemos modificarla todo lo que queramos y nuestra esencia permanecerá intacta.

En este caso  la paciente  ha confundido causa por consecuencia. No es como su mente le cuenta que” por estar mal no puede hacer nada” sino que” por no hacer nada, es que està mal”. Los síntomas vinieron como consecuencia de  una etapa donde el miedo le fue paralizando y dejo de actuar y tomar decisiones. La solución pasa por pasar a la acción y tomar decisiones y no por mimar su supuesta impotencia ya que no es una realidad sino una creencia arraigada de su personalidad.  

Vanesa Saavedra

El Sendero del Medio

“El camino del medio ni es el medio ni tiene dos lados”.

El camino del medio es la vuelta a la unidad, es elegir el sendero único donde abandonamos el papel de victimas o verdugos  y nos convertimos únicamente en los PROTAGONISTAS de nuestra vida.

El camino cuántico para cambiar tu vida no es cambiar nada externo, es cambiar resignación por aceptación. La resignación nos coloca en un papel pasivo donde la vida es algo que me sucede mientras  la aceptación es admitir que eres el creador y protagonista de tu vida.

“El corazón físico bombea sangre a todas las partes del cuerpo sin juzgar qué papel juega cada una”.

Vanesa Saavedra

Pecado original

«Mata a mis demonios y mis ángeles morirán con ellos»

Se dice que el pecado original es el pecado cometido por los primeros padres de la humanidad (Adán y Eva) al desobedecer el mandato divino de no comer del árbol de conocimiento del bien y del mal. El pecado fue castigado con la expulsión de la humanidad del paraíso o jardín del Edén.

Quizás el pecado original sea entonces juzgar .¿Pues qué es sino catalogar algo de buen o malo?. Estamos acostumbrados a creer el sueño de que existen las dos caras de una moneda y arbitrariamente colocamos socialmente los actos, acciones y sentimientos en una u otra cara. Pero resulta que la moneda es una, es decir, la unidad, es decir, la ausencia de juicio, es decir, el paraíso.

El paraíso consistiría en  no luchar por ser o estar en  un lado de la moneda porque sin el otro ésta nunca existiría.¿Acaso existiría la tierra solo con la día o con la noche? Sólo son diferentes tonalidades de luz que conforman un día entero ………

Vanesa Saavedra

Aceptando

“El AMOR nace cuando empezamos a  amar los defectos del otro”.

………pero no cuando nos posicionamos frente a ellos. Decir que aceptamos al otro tal cual es pero juzgándolo no libera sino que encadena.

Volvamos a la frase: “el AMOR  nace cuando empezamos a amar los defectos del otro “. La frase esconde una gran verdad pero sobre todo cuando  la terminamos : …porque son los míos.

Los demás son un espejo y la forma en que nos descubrimos a nosotros mismos. Cuando juzgues a alguien(es egoísta, es agresivo, es un rata, tiene problemas con su madre, etc),una vez dejado salir libremente el juicio, que será nuestro gran aliado para abrir los ojos, busca en tus relaciones donde tú lo haces y no te habías dado cuenta. Cuando lo encuentres es el momento de relajarse, reírse y aceptarlo y digo aceptarlo, no intentar cambiarlo que sería seguir juzgándote.

Es  cuando lo veo en mí y lo acepto  cuando amo al otro de manera natural, porque si yo lo acepto en mí  ¿Cómo me va a sacar de quicio mirarme en un espejo?.

La relación con el otro es la oportunidad para conocer el AMOR y el verdadero es aquel que  empieza por uno mismo.

Vanesa Saavedra

Aceptar libera

Cuando un niño se enfada expresa su enfado con todo el cuerpo, es muy común que  cuando algo les causa rabia  mientras expresan con la palabra su enfado lo acompañen de patadas al suelo y gesticulen con los brazos ,por no hablar de los bebes que lo expresan con su cuerpo y cara por completo.

En la medida que vamos creciendo dentro de una educación basada en la represión y juicio sobre la rabia aprendemos a contenerla porque nos enseñaron que sentirla es algo malo y ,casi de mala educación expresarla con nuestro cuerpo.

La rabia es un sentimiento,  la calificación de bueno  o malo es un juicio aprendido en nuestra cultura, de hecho sentirla es lo natural  y su represión bloquea nuestro cuerpo.

En mi experiencia profesional he observado como la represión de este sentimiento lejos de hacerlo desaparecer se va quedando en nuestros brazos y piernas afectando a todos los tejidos incluidos los  huesos.

Muchas terapias psicológicas y psico-corporales proponen al paciente que la expresen en un ambiente seguro golpeando un cojín o pegando patadas a un balón. Pero lo primero que hay que contemplar  es el cambio de creencia de que sentirla es  algo malo o algo a  superar  porque sino el ejercicio no resultará  eficaz y reforzará la creencia.

Esta semana impartiré un curso sobre cómo recuperar la salud de las piernas donde se abordará este tema y la importancia de despertar la conciencia del pie por ser la base de toda nuestra estructura. Para más información pulsa aquí.

Vanesa Saavedra

Acertando.

Seguridad es confiar en mis propias capacidades independientemente de las circunstancias externas. Saber que, pase lo que pase, dentro de mí tengo los recursos necesarios para darme lo que necesito en cada momento. Para llegar a sentir esta confianza mi dialogo interno tiene que ser fluido.

La escucha interior y la comunicación directa con mi intuición me acercan a la confianza en mis propias capacidades.

Desde pequeñitos aprendemos que  hay alguien fuera que sabe mejor que nosotros lo que debemos hacer, pensar o sentir, desde nuestros padres, pasando por  maestros, amigos, pareja, médicos etc.

Teniendo en cuenta que hemos depositado fuera las respuestas a nuestro propio camino, no es de extrañar que cuando llegamos a la edad adulta nuestra  intuición esté dormida o, mejor dicho, no sepamos escucharla porque nuestras orejas llevan años de entrenamiento y práctica en la escucha externa.

Educar el oído interno, como casi todo en la vida, es cuestión de práctica y, si me lo permitís, una práctica que merece la pena porque las respuestas a nuestro camino están dentro de nosotros.

Intuición + confianza en nuestras propias capacidades = piernas bien estructuradas.

El próximo  5/11/2009 daré una conferencia gratuita  en  Espacio Octo: Aprendiendo a caminar, donde se hablará de la importancia de la conciencia corporal y de cómo adquirirla. Para mas información pulse aquí.

Vanesa Saavedra

Aceptación

Ego= tenemos aquello que nos merecemos (juicio) = envidia

Ser = tenemos aquello que necesitamos para evolucionar = aceptación.

Se dice de la envidia que es uno de los siete pecados capitales y aunque mi manera de entender la vida se aleja bastante de la moral judeo cristiana, en este caso, estoy deacuerdo en que la envidia no es algo deseable, en tanto en cuanto nos aleja de nuestro propio camino.

Tanto en consulta como en el día a día escucho quejas de personas que miran a su alrededor y envidian las circunstancias del otro. Más común todavía es creer que el otro no las merece.

Cada uno tenemos un camino propio y único que no es otro que el que nos lleva a nuestra propia esencia, donde seguramente nos reencontremos  todos. Si mi camino es único ¿ por qué tendría yo que tener las mismas circunstancias que el de al lado para llegar  a la aceptación y conocimiento de lo que soy?.

Lo que no podemos saber es la realidad, pensamientos y creencias que tiene la persona envidiada en  sus circunstancias. Quizá alguien rodeado de éxito profesional se sienta esclavo de su posición aunque a nosotros nos parezca una situación “ideal”.Quizá tenga que vivir el éxito profesional sólo para desidentificarse del reconocimiento social y ser libre.

Muchas mujeres envidian a otras por el hecho de tener pareja cuando tenerla no es en sí algo bueno o malo sino un campo de experimentación para evolucionar. Si ella la tiene y tú no, es porque para seguir el sendero de su camino es la circunstancia apropiada y en el tuyo probablemente, en ese momento, no.

Si mi meta es la aceptación de lo que soy y pongamos por ejemplo que eso representa el camino de Madrid a Valencia ¿ Por qué envidiar al que va a Sevilla?. Allí él se reencontrará consigo mismo, con lo que es. Si tú pretendes seguir su camino sólo encontrarás  Sevilla.

Y continuando con la sabiduría popular, ¿no dicen que TODOS los caminos llevan a Roma(Ser)?..Entonces……. ¿Por qué no aceptar el nuestro?….

 Vanesa Saavedra

Mírate al espejo.

Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido. San Pablo
La mayoría preferimos ser víctimas que verdugos y tal y como nos relacionamos es normal. A la victima se la compadece y al verdugo se le juzga y no sólo hablo de los demás sino también de nosotros mismos.

Es cierto que es muy doloroso ser víctima pero frente a los demás es más cómodo e insisto sobre todo frente a nosotros mismos.

A nadie le gusta ser objeto de una traición si bien es cierto que le otorga el papel de ser consolado y le permite dar lugar a la tristeza. Sin embargo, lo que no solemos contemplar es el dolor que causa ser verdugo o ser responsable del dolor de otro.

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En mi experiencia profesional y personal ser verdugo es  más doloroso y difícil de asumir pues incluso el que se comporta como verdugo abiertamente justifica su comportamiento aunque sea por venganza porque, ante uno mismo, nadie quiere reconocerse como una mala persona.

El ser humano es muy complejo y lo que suele hacer es colocarse en el papel de víctima con tal de no sentir el dolor que causa ser verdugo.

Piensa en cualquier situación o comportamiento de otro que te haga sentir víctima y se repita constantemente en tu vida.

Volvamos al ejemplo de la traición. Si te sientes traicionado una y otra vez mi consejo es que busques que traición has cometido tú que no te perdonas y dejes de trabajarte liberar el dolor de ser traicionado pues no es más que una cortina de humo para tapar tu propio sentimiento de culpa.

Esto es más serio de lo que parece pues hay gente que se pasa años hablando y yendo a terapias para superar lo que les hicieron y cada paso en esta dirección les aleja más de resolver el origen del problema. Una y otra vez atraen situaciones  de traición que acaban tapando su “delito” original llegando al olvidarlo para siempre perdiendo la posibilidad de recuperar la libertad  de Ser.

He hablado de traición pero es extensible a cualquier comportamiento del que nos sintamos víctimas y no hay que asustarse por reconocer que hicimos algo que causo dolor, pues suele ser por inconsciencia, sólo hay que reconocer la responsabilidad que se tuvo y pedir y pedirnos perdón.

Vanesa Saavedra

¿Víctima o verdugo?

Dentro de la numerología hay dos tipos de diagnóstico: culpa o miedo o lo que es lo mismo, víctima o verdugo. Lo que quiere decir es que ante cualquier experiencia todos llevamos unas gafas u otras y en función de ellas procesamos la información.

El problema surge en que cada uno de nosotros nos sentimos a gusto en este papel al ser conocido por muy penoso que sea llevar dicho cartel.

Nuestra personalidad ha aprendido a moverse en esos parámetros que aunque traigan consecuencias desagradables son conocidas y nos asustan menos que los cambios.

Lo primero que hay que hacer es tomar conciencia de cúales son nuestras gafas para poder situarnos en el papel del observador y desidentificarnos de ese papel,  porque como ya sabemos, todo lo inconsciente esta identificado y el inconsciente dirige nuestra vida en más de un 80%.

Voy a contar un caso extremo pero muy claro. A veces una mujer elige una y otra vez a personas que ya tiene una relación y no lo descubren hasta tiempo después sintiéndose por supuesto engañadas y víctimas de la situación. Pero cuando esto se repite una y otra vez es por algo más allá de la mala suerte o de que el mundo esté lleno de hombres infieles.

Lo cierto es que a nivel inconsciente captamos mucho más de lo que vemos y el día que conocemos a una persona sabemos  si está o no ocupada. Claro que no ocurre de manera consciente, pero lo sabemos y lo elegimos para tener la oportunidad de deshacernos de la creencia y ser libres de elegir.

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Una de mis clientes ante esta situación y con un diagnóstico de víctima me dijo: es que si yo lo supiera desde el principio no saldría con ellos y no me sentiría engañada.

Mi pregunta fue:¿y si lo hubieras sabido, quien engañaría a quien?. Porque de hecho en algún sitio debe saberlo para elegir una y otra vez sólo a personas con pareja. En el inconsciente lo sabe y lo elige para reforzar su papel de victima y “jugar” a sorprendida primero y a víctima después.

Sé que puede ser duro darse cuenta de que es uno mismo el responsable de una situación  tan dolorosa pero también es la oportunidad de romper para siempre con un patrón de conducta, aumentar nuestra conciencia y seguir evolucionando.

Vanesa Saavedra