El perdón.

Una paciente viene a consulta y me comenta que está enfadada  con alguien que “nunca“ le devuelve las llamadas o lo hace demasiado  tarde y que cuando le ha pedido ayuda ha intentado escurrir el bulto y así un sinfín de quejas más. Hacia 5 años habían estado muy unidos y su comportamiento era totalmente diferente.

Me comenta que ella no se  comporta así  “jamás” con ningún amigo  y me pide ayuda para aceptar la situación pues, a pesar del tiempo y de que ha intentado aceptar que esa persona es como es  y no puede cambiarla, cada vez que tiene contacto con ella siente una gran decepción.

La paciente hace una rápida revisión mental de su comportamiento con sus amigos citando a 6 o 7 personas y constata que ella siempre les devuelve las llamadas , contesta a los mensajes y acude si le  necesitan.

Sin embargo, cuando le pregunto si además de esas personas que considera sus “principales” amigos se  relaciona con más gente, reconoce que de una forma más o menos regular lo hace con una docena más aproximadamente.

En seguida cae en la cuenta de que a  esos amigos “secundarios” muchas veces no les contesta o lo hace demasiado tarde y alguna que otra vez se ha escaqueado cuando le han pedido ayuda , quizá precisamente por considerarlos secundarios.

Pero la acción  es la misma sean principales o secundarios y si ella no perdona al que le trata como ella misma hace , no podrá perdonarse algo que como hemos visto ni siquiera tenía consciente.

El perdón se conquista desde dentro , Una vez que reconozco mi acción y me la perdono el perdón al otro llega solo, porque ¿ Cómo voy a enfadarme con alguien que hace lo mismo que yo?

¿Por qué será que la imagen de pedir perdón es la unión de nuestras manos? Quizás signifique sólo la aceptación  con mi mano derecha de  lo que hace mi mano  izquierda ,o lo que es lo mismo, la aceptación de mis luces y mis sombras ……..

Vanesa Saavedra

¿Víctima o verdugo?

Dentro de la numerología hay dos tipos de diagnóstico: culpa o miedo o lo que es lo mismo, víctima o verdugo. Lo que quiere decir es que ante cualquier experiencia todos llevamos unas gafas u otras y en función de ellas procesamos la información.

El problema surge en que cada uno de nosotros nos sentimos a gusto en este papel al ser conocido por muy penoso que sea llevar dicho cartel.

Nuestra personalidad ha aprendido a moverse en esos parámetros que aunque traigan consecuencias desagradables son conocidas y nos asustan menos que los cambios.

Lo primero que hay que hacer es tomar conciencia de cúales son nuestras gafas para poder situarnos en el papel del observador y desidentificarnos de ese papel,  porque como ya sabemos, todo lo inconsciente esta identificado y el inconsciente dirige nuestra vida en más de un 80%.

Voy a contar un caso extremo pero muy claro. A veces una mujer elige una y otra vez a personas que ya tiene una relación y no lo descubren hasta tiempo después sintiéndose por supuesto engañadas y víctimas de la situación. Pero cuando esto se repite una y otra vez es por algo más allá de la mala suerte o de que el mundo esté lleno de hombres infieles.

Lo cierto es que a nivel inconsciente captamos mucho más de lo que vemos y el día que conocemos a una persona sabemos  si está o no ocupada. Claro que no ocurre de manera consciente, pero lo sabemos y lo elegimos para tener la oportunidad de deshacernos de la creencia y ser libres de elegir.

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Una de mis clientes ante esta situación y con un diagnóstico de víctima me dijo: es que si yo lo supiera desde el principio no saldría con ellos y no me sentiría engañada.

Mi pregunta fue:¿y si lo hubieras sabido, quien engañaría a quien?. Porque de hecho en algún sitio debe saberlo para elegir una y otra vez sólo a personas con pareja. En el inconsciente lo sabe y lo elige para reforzar su papel de victima y “jugar” a sorprendida primero y a víctima después.

Sé que puede ser duro darse cuenta de que es uno mismo el responsable de una situación  tan dolorosa pero también es la oportunidad de romper para siempre con un patrón de conducta, aumentar nuestra conciencia y seguir evolucionando.

Vanesa Saavedra

¿ Realidad o interpretación?

Si ves la vida de otra manera es otra vida.

Daniel García.

Esta historia refleja  como son nuestras gafas las que conforman nuestro mundo más que los hechos en sí.

Un hombre y una mujer llevan una relación de amigos /amantes basada en encuentros ocasionales para practicar sexo. Los dos están deacuerdo en el tipo de relación y hablan abiertamente de sus encuentros con otras personas.

Un día la mujer pone una frase en el Facebook “hoy al campo” ,el amante le llama y esta es la conversación:

-¿Quien juega? .Dice él .

–  Nadie , me voy al campo con mi prima. 

– Pues yo me voy al cine.

-¿Quien juega? Pregunta ella ofendida.

–  No te entiendo, voy con mi hermano.

Después de la conversación la mujer llama a sus amigas para contarles que el idiota de su amante cuando le ha dicho que iba al campo éste le ha preguntado ¿quien juega? como dando a entender con qué hombre se iba esta vez.  Que parece mentira que le diga a eso, una cosa es que tengan una relación abierta y otra que le hable en esos términos. Todas sus amigas le dan la razón y le dicen que lo que le ha dejado muy claro es que para él su relación  es un juego.

Cuando vuelve a hablar con el amante esta es la conversación:

-Mira tú no le puedes decir a una mujer quien juega , es una falta de respeto, dice ella.

-Veo que todavía no lo has cogido.

-No te entiendo

-Tu dijiste voy al campo, y cuando uno va a ver un partido de futbol , se suele decir “voy al campo” ,de ahí mi pregunta de quien juega.

La realidad es como es, pero la percibimos a través de nuestras gafas forjadas por nuestras experiencias y creencias inconscientes.

Evidentemente la mujer tiene las gafas de que juegan con ella y lo que le vino a demostrar esta anécdota era el color de sus gafas.

Vanesa Saavedra 

Pensamiento positivo

La ley de la atracción dice que atraemos aquello que pensamos pero quizás habría que tener en cuenta que cada uno pensamos de manera diferente, es decir , cada uno vemos la realidad a través de nuestras propias gafas. Por eso una misma palabra evoca pensamientos diferentes en función de nuestra cultura y experiencias.

Cuando trabajamos con frases para cambiar nuestra percepción de la realidad tenemos que tener en cuenta cúales son nuestras creencias respecto a las palabras elegidas.

Una paciente me comenta que está trabajando la siguiente frase: “me abro a la vida”. En principio podría parecer una frase positiva e inofensiva  pero en una sesión anterior habíamos descubierto que para ella la vida es sinónimo de sufrimiento, esta es la creencia que tiene en el inconsciente.

Ella no entendía por qué si se estaba trabajando esa frase desde hacía tres meses las cosas iban cada vez peor en su vida. Bueno pues porque la ley de la atracción funciona y estaba dando sus frutos. Para ella vida = sufrimiento y por tanto su frase decía : “me abro al sufrimiento” y es exactamente lo que se estaba manifestando.

Lo importante de trabajar con estas frases es que nos permiten tomar conciencia de nuestras creencias,  reconocer qué tenemos grabado en nuestro disco duro y borrar aquello que no apoye nuestro camino. 

Vanesa Saavedra